Admito que tocar el piano me tranquilizaba un poco mas, pero eso no quería decir que me quitaría todo lo que tenia en mi cabeza en esos momentos, cualquier recuerdo, cualquier palabra, haría explotar todo el dolor que siento por dentro, pero de tanto dolor, solo una, una lagrima había salido de aquellos ojos.
Estaba tranquilamente tocando el piano, que cuando termine, sentí la necesidad de volver a tocar, puse mis mano en mi frente, con un fuerte dolor de cabeza, pero después sentí su presencia, fue tan repentina, que no dude en voltear.
Ahí estaba parado, no se si estaba sorprendido, o tal vez solo quería ofrecerme su ayuda, mi respiración fue cada vez mas rápida, después volví a mirar el piano, tratando de no llorar, pero fue inútil, mis lagrimas comenzaron a salir tan rápido, que solo alcance para taparme mis ojos con ambas manos, sentí como Bill se sentó a un lado de mi, sus manos comenzaron a cubrirme totalmente la espalda, dándome cuenta que me estaba dando un fuerte abrazo, pero cada vez que me lo daba con mas fuerza yo lloraba, parecía una completa niñita, “llorando” .
Llegamos a estar completamente en una esquina, del cuarto de instrumentos, trato de sentarse lentamente si dejar de abrazarme, hasta quedar sentada en sus pies, abrazada sin dejar de llorar.
Después de varias horas llorando como loca, me tranquilicé un poco, cerré mis ojos por un momento, hasta que me sentía “solo un poco mejor”.
Cuando Bill se dio cuenta de que ya no lloraba, se paro de inmediato, se estiro un poco, pues estar varias horas en la misma posición, fue muy cansado para el, igual intente pararme y mas con el brazo que me había estirado para ayudarme a levantar mientras me sonreía, a lo que yo también le sonreía mientras me paraba.
Hubo varios minutos de silencio, me di cuenta que trataba de decirme algo, pero no se animaba, así que trate de ayudarlo un poco, pero al fin y acabo de varios minutos se decidió a decírmelo.
Bill: espero que esta vez no me rechaces, pero de verdad me gustaría ayudarte.
Me reí un poco, aun con mis ojos rojos del llanto, agachando mi cabeza negándolo.
Neily: no se tu, pero con esto me has ayudado bastante.
Bill: pero me gustaría ayudarte con un problema que tienes, como el que no puedas controlar tu enojo.
Me le quede viendo sorprendido un poco, me parecía lindo cuando una persona trataba de ayudarme o algo por el estilo, me llamaba la atención ese tipo de personas.
Neily: y como harás eso?
Bill: ven, tu sígueme
Me tomo de la mano empujándome hacia mi habitación, no entendía nada de lo que tramaba, pero estaba muy seguro de si mismo, se paro en frente de mi justo a lado de mi cama, yo lo miraba muy confundido, ¿a que quería llegar con todo esto?
Bill: Acuéstate en la cama
Mis ojos estaban totalmente abiertos, esto me sonaba muy mal, no sabia cual era si intención, pero le hice caso, me puse acostada un poco insegura, con algo de miedo, tomo mis manos cruzándolas y colocándolas sobre mi abdomen.
Bill: cierra tus ojos y respira profundo
Los cerré lentamente, me parecía muy raro que Bill me dijera esas cosas, escuchaba sus risitas en voz baja, que hizo que levantara uno de mis ojos, para ver realmente lo que tramaba.
Bill: perdón, pero jamás había hecho esto, es la primera vez que hago esto.
Eso me sonó muy mal, o estaba pensando mal o hará exactamente lo que creo que hará
Bill: cierra tus ojos (lo había dicho como si fuera una orden)
Los cerré rápidamente, pero esta vez no escuchaba ni siquiera un ruido, nada, todo estaba en silencio, mi corazón comenzó a latir tan fuerte, sentí que me ponía totalmente roja de la cara, de lo que me apenaba este momento.
Comencé a reflexionar aquellas ultimas palabras que había dicho Bill, comencé primero con “jamás había hecho esto” eso no suena muy bien que digamos, sigamos con la siguiente palabra “ es la primera vez que hago esto” tampoco me suena muy bien, y eso de estar en la cama…….. “dios!!! Que pasara”
Bill: trata de pensar en algo que te ponga feliz, que tan solo ver aquel objeto o persona te haga feliz, no dejes que ese pensamiento feliz sea derrumbado por aquellos pensamientos malos, mantente fuerte hacia tu pensamiento feliz,
Cuando dijo que pensara en algo tan feliz, se me vino a la mente mi mama y Lizzi, eran las únicas personas que me hacían felices, en ratos se me venían los recuerdos de mi papa, pero esta vez no dejaría que nada me derrumbara esos pensamientos “felices”
Escuchaba sus pasos rodear por toda la cama, pero quise concentrarme en lo que había dicho Bill, ya que yo haría lo imposible, por controlar mis enojos, por que el que no pudiera controlarlo, perdía mas y mas a las personas que mas quería y lo primero había sido Tokio Hotel.
Estaba completamente concentrada que me quede totalmente dormida, sentí que habían pasado horas, abrí mis ojos lentamente, me di cuenta que gran parte de la noche había dormido de un solo lado, me sentía adolororida, trate de recordar como había quedado dormida, hasta que por fin lo recordé, Bill me había ayudado la ultima vez.
Para no sentirme tan adolorida, quise cambiar de posición, a lo que me di la vuelta, cual va haciendo mi enorme sorpresa, que en mi habitación, “no estaba sola” mis ojos estaban tan abiertos de los sorprendida que estaba, aunque admito un poquitín, que se veía lindo cuando dormía, lo miraba detenidamente todo la facción de su cara, era increíble como alguien podía ser tan “perfecto”
Aunque el cielo seguía oscuro, normalmente para mi ya era tarde, ya que yo era una de las que me levantaba temprano en el estudio, intente levantarme de mi cama, sin hacer ningún movimiento y muy lento sin dejar de mirar su hermoso rostro, cuando quede totalmente fuera de la cama, hizo un pequeño movimiento pero no desperto, suspire de que todo marchaba muy bien hasta el momento, pero justo antes de entrar al baño.
Bill: a donde vas?
Si aun seguiría como era antes le contestaría ¡que te importa! Pero se suponía que tenia que cambiar para ganarme su “confianza”.
Neily: solo voy al baño, estoy bien.
Cuando entre al baño, me quede totalmente pálida, de nuevo tuve ese nido en la cabezota, creí que por ese corte había desaparecido a lo cual estaba muy equivocada.
Intente mirar alrededor del baño para ver que me podía salvar, un cepillo, maquillaje, lo que sea con tal de verme bien, y ahí estaba mi bolsa de maquillaje, me sentí aliviada una vez que las vi, incluso intente arreglarme la cara como Lizzi me había enseñado.
Me miraba en el espejo para que todo marchara a la perfección
Neily: ok, ya me puse maquillaje, polvo, algo simple para que no note mi maquillaje, cabello aplacado, párese que todo esta bien.
Después me puse a pensar en 2 cosas, la primera era por que demonios hacia esto “verme bien” por que me ponía nerviosa, jamás me había arreglado y menos para un chico, era demasiado para mi, y la segunda era ¿como sabia Bill que tenia un problema para controlar mi enojo?, en eso me puse a pensar detenidamente, cuando supe la respuesta, puse mi mano sobre mi cabeza, pues el único que sabia gran parte de de mis secretos era nada mas y nada menos que el adorable “Georg”
Me imagine que Bill le preguntaría a Georg, pero Bill¿ por que haría eso?, me di por vencida ya que esa respuesta no la hallaría en segundos como la de Georg, así que mejor salí del baño, respire profundamente para que se me quitaran estos nervios que tenia.
Pero cuando salí, otra de sus grandes sorpresitas, el ya estaba durmiendo ¬¬, me asome a la ventana y vi que el sol no tardaría en salir, así que decidí a bajar a desayunar algo.
Todo estaba en silencio, ni siquiera Gustav se había levantado, era algo extraño, pero decidí saber que había en la cocina, mi pancita me pedía comida, cuando abrí una de las alacenas escuche varios toques en la puerta principal, me quede en shock, no hacia ningún movimiento, después gire mi cuerpo lentamente hasta voltear hasta asomarme donde estaba la puerta principal.
Me fui arrimando mas y mas a la puerta caminando lentamente, quede asombrada, por que en la cortina se podía distinguir una sombra y por lo que se veía era una mujer.
Seguía tocando y tocando la puerta, pero no lo hacia con fuerza, lo hacia de un modo que solamente yo lo escuchara, o eso paresia.
Había llegado por fin a la puerta principal, intente abrir la perilla lentamente, pero aun seguía en shock, hasta que por fin la había abierto.
Paresia como si este día seria de puras sorpresas y esta era la que mas me sorprendía, me eche para atrás al saber que era una de ellas, ahora que había hecho mal?
Era una de las secuaces de Ani, ni siquiera recordaba su nombre, por que para mi ni siquiera valían la pena.
Chelsey: hola Neily
Y otra vez, volvíamos a comenzar el pequeño encuentro con ellas, bueno ella, lo bueno era que con ella no sentía tanto miedo como en Ani, pero sabia que me estaría vigilando mandándome a una de sus secuaces para que no me acercara con Tom.
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